La convivencia entre loros y gatos puede ser un desafío, pero no imposible si seguimos algunos consejos clave. Primero, la introducción debe ser gradual, permitiéndoles acostumbrarse a la presencia del otro desde una distancia segura. Es crucial proveer a cada animal su propio espacio seguro, donde puedan retirarse si se sienten amenazados. La supervisión es otra palabra clave; nunca dejes a tu loro y a tu gato solos sin vigilancia, especialmente al principio. Además, mantener entretenido a tu gato con juguetes puede disminuir su posible fascinación o instinto de caza hacia el loro. Por último, pero no menos importante, la educación juega un rol fundamental: enseñar a tu gato a mantener una distancia prudencial mediante recompensas por un comportamiento adecuado alrededor del loro. Siguiendo estos consejos, mejoras las posibilidades de que estos dos animales tan distintos puedan compartir un hogar de manera pacífica y amistosa.
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Los gatos son depredadores naturales, y puede surgir la preocupación de que «los gatos comen loros» cuando estos animales conviven en un mismo espacio. La relación entre loros y gatos puede ser complicada debido a sus instintos contradictorios. Los loros son presas fáciles en la naturaleza, lo que puede causar problemas si estos dos tipos de animales se llevan a vivir juntos. Como suele ser el caso en los dibujos animados, los gatos al aire libre e incluso los gatos domésticos acechan a los pájaros. Se abalanzan sobre ellos, porque estos comportamientos son muy instintivos. Pero, ¿pueden los gatos domésticos superar estos instintos naturales para que puedan coexistir pacíficamente con los loros?
La coexistencia de loros y gatos
Un gato loro, o mejor dicho, un gato y un loro pueden coexistir en una casa, pero se deben tomar ciertas medidas para asegurarse de que un gato no pueda alcanzar físicamente a su ave en un momento dado. El instinto natural de un gato de abalanzarse, capturar y «jugar» con el ave puede activarse en cualquier momento, poniendo instantáneamente en peligro la vida de tu loro. Cada gato y cada loro es diferente. Algunos gatos no estarán interesados en un ave como mascota, mientras que otros harán de la misión de su vida perseguir a un ave. Deberá evaluar la personalidad de sus mascotas y estar siempre en guardia si permite que su loro y su gato interactúen.
Instintos naturales de gatos y loros: Muy distintos.
En la naturaleza, los gatos cazan, acechan y sorprenden a sus presas, que pueden ser pequeños mamíferos, reptiles, peces e incluso aves. Es divertido para un gato saltar y agarrar objetos, vivos o no, y los loros no son una excepción. Los gatos ven a las aves como un juego divertido o como alimento y no pueden diferenciar entre mascotas y animales salvajes. La mayoría de las aves, ya sea en cautiverio o en la naturaleza, se van volando ante el menor sobresalto, el menor ruido o la menor visión de un gato si se sienten remotamente amenazados. El ave puede incluso emitir una llamada para alertar a otras aves del depredador. Los loros que se mantienen como mascotas generalmente no son lo suficientemente grandes como para lastimar a un gato si intenta defenderse, pero incluso si un gato se acerca a un loro grande, como un guacamayo, es instintivamente temeroso y se escapará, si es posible antes de tener que luchar.
¿Por qué los gatos son peligrosos para los loros?
Puede parecer una respuesta obvia, pero los gatos pueden herir o potencialmente matar a un loro muy fácilmente. Puede herirlo con sus garras afiladas o puede causar lesiones graves e infecciones por las bacterias en su boca. Los gatos también pueden arrancar plumas importantes necesarias para el vuelo, el equilibrio y el calor y causar un trauma mental severo al ave que ha sido atacada o amenazada. Los gatos pueden incluso comer pájaros pequeños. Los ojos de estos magníficos felinos a menudo se comparan con una piedra lunar.
¿Pueden los loros ser peligrosos para los gatos?
Si bien un gato es definitivamente más peligroso para un loro que un loro para un gato, un loro más grande aún puede dañar a un gato desprevenido. Los loros grandes tienen picos y garras fuertes que pueden dañar cualquier cosa que decidan agarrar. Pueden agarrar y morder a un gato, especialmente si el gato está asustado y no intenta atacar al ave. Se ve con mayor frecuencia en gatos tímidos o inquisitivos y loros asustados que actúan en defensa propia.
Diferentes Maneras de Ayudar a Gatos y Loros a Coexistir
A pesar de que los gatos naturalmente quieren atrapar e incluso comer loros, hay cosas que puedes hacer para ayudar a estas especies a vivir juntas en paz en tu hogar:
Asegura la jaula de pájaros: si tienes un gato curioso, asegúrate de que tu loro tenga una jaula o pajarera segura en la que el gato no pueda entrar para que no tengas que preocuparte por él cuando no estés en casa. Además, asegúrate de que tu gato no pueda volcar la jaula. Las jaulas pequeñas, como las que se usan para los canarios, a menudo se colocan sobre mesas y pueden volcarse fácilmente. Asegura la jaula a un soporte o mesa resistente, o asegúrate de que la jaula sea lo suficientemente pesada como para que tu gato no pueda empujarla. Finalmente, usa candados o mosquetones para asegurarte de que tu gato no pueda abrir las puertas de la jaula.
Manténlos en habitaciones separadas: considera colocar la jaula en una habitación en la que puedas mantener a tu gato fuera. Un pájaro enjaulado que está siendo acechado por un gato (aunque esté a salvo tras las rejas) puede causarle un estrés innecesario a tu loro.
Nunca dejes a un gato en una jaula o pajarera: No dejes que el gato pase tiempo en la pajarera o jaula, incluso si el loro no está presente. No querrás que tu gato considere estos lugares como sus propios lugares y desarrolle un sentido de propiedad o reclamos territoriales.
Introduce a tu loro a tu gato con cuidado: este es un proceso muy lento y debe comenzar permitiendo que tu loro enjaulado y tu gato se vean desde lejos. Opcionalmente, puedes reducir la distancia entre los dos después de asegurarte de que ambos estén cómodos y sin estrés. Algunas personas que tienen gatos que no muestran signos de entrar en modo depredador sacarán a su loro de su jaula y permitirán que los dos se vean sin los obstáculos de las rejas. Si te sientes cómodo intentando esto, debes hacerlo con mucho cuidado y atención en caso de que tu loro intente saltar de tus manos o tu gato intente abalanzarse sobre el ave.