Cuando las temperaturas bajan y el invierno se hace sentir, el comportamiento de un loro puede experimentar algunos cambios notables. Durante esta época, estos coloridos pájaros tienden a estar menos activos y pueden buscar lugares más cálidos o resguardados dentro de su entorno, ya sea una casa o un aviario, para mantenerse a gusto. Es crucial para los cuidadores proveer una fuente de calor adicional y asegurarse de que el ambiente permanezca libre de corrientes de aire frío. Además, su alimentación podría requerir ajustes para adecuarse a una menor actividad física, enfocándose en mantener una dieta equilibrada que soporte su salud durante los meses fríos. El invierno también puede afectar el estado de ánimo de los loros, haciéndolos más propensos a comportamientos como el desplume por estrés o aburrimiento, por lo que es esencial mantenerlos estimulados con juegos y atención regular. En resumen, con los cuidados apropiados, tu loro puede pasar el invierno cómodamente, manteniéndose saludable y feliz hasta la llegada de los días más cálidos.
Si quieres profundizar más sobre el fascinante mundo de los loros y su comportamiento, no te puedes perder estos artículos. Descubre los entresijos del comportamiento general de los loros, explora cómo las hormonas influyen en su conducta, y aprende a identificar si tus loros están pasando frío. Son complementos perfectos para entender mejor a estos coloridos compañeros durante el invierno.
El invierno, en nuestras latitudes, no es una estación fácil para nadie. El tiempo es sombrío, los días pasan como el viento, hace frío y las salidas al aire libre van disminuyendo poco a poco hasta acabar siendo totalmente inexistentes. Tampoco es una temporada fácil para nuestros amiguitos emplumados que comparten nuestro estilo de vida sedentario. Cada año, año tras año, desde mediados de otoño hasta finales de invierno, recibo varias llamadas y cartas de personas abrumadas por los repentinos cambios de actitud por parte de su loro.
El comportamiento de un loro cambia en invierno
Hay varias razones para estos cambios en el comportamiento de los loros, pero lo que parece más evidente a lo largo de los años es el cambio de actitud de los propios humanos hacia sus aves durante este tiempo. Me explico.
Como muchas especies animales, los humanos son sensibles a las variaciones estacionales en la intensidad de la luz del día. Muchas personas experimentan cambios de humor repentinos, problemas para concentrarse o tienen dificultad para levantarse por la mañana. Cuando estos cambios aparecen en el otoño o el invierno, este síndrome se denomina «tristeza invernal».
¿Los loros invernan durante el invierno?
A diferencia de otras especies, los loros no entran en un estado de hibernación clásica, es decir, los loros invernan de una manera diferente. Aunque su actividad puede disminuir y su comportamiento puede volverse más reservado durante los meses más fríos, es importante entender que no experimentan un período de inactividad tan profundo como la hibernación tradicional. En cambio, pueden requerir cuidados especiales y atención para asegurar que su entorno y dieta se adapten adecuadamente a la estación.
Los loros sufren de melancolía durante el invierno
La tristeza invernal también se denomina subsíndrome DAS o sub-DAS. Este último es una variante más leve del trastorno afectivo estacional (SAD) o depresión de invierno. La falta de luz genera la secreción de melatonina en cantidades demasiado grandes, y parecería que es esta hormona, producida por la epífisis, la que estaría en el origen de nuestro cansancio y nuestra necesidad de dormir.
La tristeza invernal suele llegar durante los períodos de poca luz, de septiembre a marzo. Más del 60% de la población puede verse afectada por estos síntomas, mientras que solo el 2% sufre depresión invernal profunda, teniendo los mismos síntomas, pero de forma más severa.
Los loros son animales muy empáticos
Como te he explicado muchas veces, el loro es un animal muy empático que, la mayoría de las veces, reflejará tus tensiones o las del grupo social (tu familia) y reaccionará en consecuencia. Por tanto, el estado de ánimo ambiental influye mucho en el comportamiento de los loros: impaciencia, cambios de humor, melancolía, etc.
Si bien el loro tiene su propia personalidad y sus propios estados de ánimo, como todas las criaturas altamente sociables, estará influenciado por las energías que circularán a su alrededor y no se contentará con imitar las expresiones faciales de sus humanos; él actuará y reaccionará directamente a sus estados de ánimo o responderá fuertemente a su lenguaje corporal.
Así que hay posibilidades de que los cambios en el comportamiento de los loros provengan directamente de tus propios cambios de humor…
La solución a la falta de luz en invierno es muy sencilla: en el caso de los humanos: ¡salir a jugar fuera! Un buen paseo saludable, una bonita tarde soleada con un maravilloso sol de invierno es beneficioso tanto para tu físico como para tu moral. Regresarás relajado y feliz y tu loro te seguirá por este camino con entusiasmo. Asimismo, existe la fototerapia (raíz griega), o fototerapia (raíz latina): ambos tienen el mismo significado, lo que puede ayudarte a superar los fenómenos de la depresión estacional. Una sesión de fototerapia dura una media de 30 minutos. Basta con exponerse a una lámpara de fototerapia de unos 10.000 lux a una distancia de entre 30 y 50 cm para disfrutar de sus beneficios.
Hable con su médico o terapeuta.
En cuanto a nuestros loros, no tenemos muchas opciones, solo hay fototerapia. Basta con exponerlos durante unas horas al día a una luz blanca intensa cuyo espectro es muy similar al de la luz del día. Estas lámparas no solo pueden ayudar a simular condiciones más naturales para los loros en cautiverio, sino que también pueden mitigar algunos de los síntomas de melancolía que los loros pueden exhibir cuando los loros invernan en un ambiente doméstico.