¿Cómo amansar a un loro para que no pique ni sea agresivo?

Para transformar a tu loro de una pequeña fiera a un dulce compañero, primero tienes que entender que la paciencia y la consistencia son tus mejores aliados. Comienza por pasar tiempo cerca de la jaula todos los días, hablándole suavemente para que se acostumbre a tu presencia. Las golosinas juegan un papel crucial; ofrécele algunas directamente de tu mano para construir confianza. Si intenta picar, no retires tu mano bruscamente, ya que esto puede considerarse un juego. En su lugar, usa un tono de voz firme para decir «no», mostrando que el comportamiento agresivo no es aceptable. Adicionalmente, asegúrate de que su entorno esté enriquecido con juguetes y actividades para evitar el aburrimiento, un gran detonante de la agresividad. Y recuerda: cada loro es un individuo, así que lo que funciona para uno, podría no ser efectivo para otro. La clave está en observar, adaptarse y, sobre todo, nunca rendirse.

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